El Salvador es una economía de libre mercado y orientada a la exportación, que se ubica en el corazón de América, entre el Norte y el Sur del continente. Se extiende sobre una planicie costera y tierra alta volcánica en el interior.

 

Durante casi tres décadas, El Salvador ha implementado reformas para modernizar y abrir la economía al comercio e inversión; entre ellas están la firma de tratados de libre comercio para acceder preferencialmente a grandes mercados, la integración económica y comercial en la región, y la adopción del dólar estadounidense como moneda de curso legal. Por lo que El Salvador ofrece a sus socios de negocios:

 

• Estabilidad económica

• Apertura al comercio internacional y a la inversión

• Favorable clima de inversión

 

En el período 2015-2020, El Salvador promedió US $1,090.54 millones en exportaciones, mostrando una tendencia estable, sin variaciones significativas interanuales, siendo el año 2019 en el que se exportó más en términos de valor. Entre los principales productos exportados que representan para el país una entrada significativa de divisas, así como una oportunidad constante de expansión hacia nuevos mercados, están: azúcares y artículos de confitería, bebidas y líquidos alcohólicos, productos de la molinería (harinas), preparaciones a base de cereales, preparaciones de hortalizas y frutas, café, grasas y aceites animales o vegetales, entre otros.

 

El Salvador es una plataforma para exportar a grandes mercados gracias a la amplia red de acuerdos comerciales que tiene con 42 países en América, Europa y Asia, lo que representa un mercado potencial cerca de 1,200 millones de consumidores. Los tratados de libre comercio negociados por El Salvador proveen reglas de origen flexibles, así como eliminación y reducciones importantes en aranceles de importación.